Autor: Alberto Galli Publicado: 07/mar./2010 Categorías: Unidad a través del orden divino o división a través del orden humano, Enfrentando al Hombre Natural, Series de Estudios
Vuelvo la mirada a la derecha y nadie viene en mi ayuda.¡No hay nadie que me defienda!¡No hay nadie que se preocupe de mi!A ti clamo, Señor,Y te digo: “tu eres mi refugio;Tu eres todo lo que tengo en esta vida.”Presta atención a mis gritos,Porque me encuentro sin fuerzas.Líbrame de los que me persiguen,Porque son más fuertes que yo. Salmo 142:4-6.
Alberto Galli